Definición de trastorno

El TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo que se presenta en la infancia y puede persistir hasta la edad adulta. Se caracteriza por un patrón persistente de inatención, hiperactividad e impulsividad que interfiere con el funcionamiento y desarrollo de una persona. Este trastorno afecta aproximadamente al 5-10% de la población infantil y puede seguir afectando a muchos de ellos en la edad adulta.

TDAH

Centro conec-TDAH

8/5/20254 min read

Portrait of a nonbinary autistic person using their mobile phone indoors
Portrait of a nonbinary autistic person using their mobile phone indoors

¿Qué es el TDAH?
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

Muchas personas, tanto niños como adultos, son enviados por escuelas, empleadores, médicos o familiares que sospechan que puedan tener un trastorno de atención. Actualmente conocido como Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), este síndrome afecta aproximadamente al 6% de los niños en edad escolar en Estados Unidos, según el CDC. En el pasado se le llamó ADD e incluso "disfunción cerebral mínima", y ha sido descrito en la literatura médica desde hace cientos de años.

El TDAH es, principalmente, un trastorno del autocontrol. Tiene un componente genético y está relacionado con la falta de inhibición conductual. Sus principales síntomas son la impulsividad, la hiperactividad y la falta de atención. Las personas con TDAH pueden tener dificultad para enfocarse en el presente, anticipar el futuro o recordar experiencias pasadas. Su percepción del tiempo puede estar muy distorsionada, les cuesta posponer gratificaciones inmediatas, retener información en la mente y, en algunos casos, tienen poca conciencia de sí mismos.

Quienes presentan el déficit de atención suelen distraerse con facilidad y parecen no escuchar cuando se les habla. Pueden tener problemas para organizarse y completar tareas, especialmente aquellas que requieren esfuerzo mental. Por otro lado, quienes tienen el componente de hiperactividad/impulsividad suelen moverse constantemente, hablar fuera de turno o actuar sin pensar. Sin embargo, en algunos casos, la hiperactividad no es evidente hacia afuera, sino que se manifiesta como una inquietud interna.

El TDAH comienza en la infancia, aunque hoy en día se diagnostica más en adultos. No obstante, al revisar su historial, casi siempre se encuentra que los síntomas ya estaban presentes desde niños. Aproximadamente dos tercios de los niños con TDAH lo siguen padeciendo en la edad adulta, aunque la hiperactividad suele disminuir con los años, reemplazándose por una sensación interna de intranquilidad.

Frecuentemente, el TDAH se hace evidente cuando la persona enfrenta mayores exigencias de concentración. Esto puede ocurrir desde el kínder, cuando los niños deben seguir reglas sociales, o en primaria, cuando se les pide enfocarse en tareas escolares. En algunos casos, el diagnóstico llega incluso hasta la adolescencia o adultez, cuando las demandas académicas o laborales generan frustración y bajo rendimiento. Los niños inteligentes suelen ser diagnosticados más tarde, ya que logran compensar sus dificultades mientras las tareas son sencillas. Sin embargo, al llegar a secundaria o preparatoria, donde los cursos son más desafiantes, pueden empezar a tener bajas calificaciones a pesar de esforzarse mucho. También estamos viendo más adultos, incluso profesionales con posgrados, que buscan diagnóstico tras años de dificultades en su carrera.

Más información sobre el TDAH en adultos

Muchos padres experimentan frustración y estrés emocional al criar a un niño con TDAH. En general, la crianza ya es un reto que nos lleva de un extremo emocional a otro: desde el enojo, la tristeza o la impotencia, hasta la alegría, el orgullo y el amor. Pero vivir con un niño con TDAH intensifica estas emociones.

Los padres suelen decir: "Mi hijo es muy inteligente" o "Sabe que eso no se hace", sin entender por qué su hijo actúa de cierta manera. Es importante recordar que el TDAH no es falta de inteligencia, sino un problema de autorregulación. Estos niños tienen dificultades para controlar sus impulsos, resolver problemas, manejar emociones y relacionarse socialmente.

Algunos niños con TDAH también muestran conductas desafiantes o oposicionistas, que en algunos casos pueden derivar en un trastorno de conducta. Les cuesta seguir reglas, asumir responsabilidades y suelen culpar a otros por sus errores. Constantemente prueban límites, discuten con frecuencia y parecen invertir más energía en la pelea que en resolver el conflicto. Además, son expertos en enganchar a los demás, especialmente a sus padres, en discusiones interminables.

Aproximadamente un tercio de las personas con TDAH también tienen trastornos de aprendizaje. La ansiedad y la depresión son comunes, posiblemente por la frustración crónica de vivir en un mundo que exige concentración constante. Un estudio reciente sugiere que más del 20% de las personas con TDAH también tienen trastorno bipolar. Además, el abuso de sustancias (común en quienes no reciben tratamiento) puede complicar el diagnóstico.

Dada esta complejidad, no es sorpresa que el TDAH sea a la vez sobrediagnosticado y subdiagnosticado.

Adaptación para México

En México, el TDAH sigue siendo un tema con muchos estigmas. Muchos niños son etiquetados como "inquietos", "flojos" o "malcriados", cuando en realidad podrían tener este trastorno. Es fundamental que padres y maestros reconozcan los síntomas para buscar una evaluación profesional.

En las escuelas mexicanas, donde los grupos suelen ser numerosos, los niños con TDAH pueden pasar desapercibidos o, por el contrario, ser regañados constantemente. Algunas señales de alerta son:

  • Dificultad para seguir instrucciones.

  • Olvidar frecuentemente tareas o materiales.

  • Moverse demasiado en clase.

  • Interrumpir a los demás.

El tratamiento debe incluir terapia conductual, apoyo escolar y, en algunos casos, medicación. Desafortunadamente, en México aún hay poco acceso a especialistas y muchos mitos alrededor de los medicamentos para el TDAH. Sin embargo, con el manejo adecuado, las personas con este trastorno pueden tener una vida plena y exitosa.

Si sospechas que tú o alguien cercano podría tener TDAH, busca un psiquiatra o neurólogo especializado. El diagnóstico temprano puede cambiar vidas.